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Manolo, un hombre del siglo XX pero español. Nueva entrada en el blog

Mañanas urgentes, de fábricas y mercado a pleno pulmón. Desde primera hora los camiones de reparto llegan asustando, los puestos de pescado montan cuando ni han puesto todavía las calles. Trabajadores de bocadillo bajo el brazo y carajillo. Encienden el primer cigarrillo de la mañana mientras un rumor inunda las calles, la Hispano Olivetti bulle, la resistencia antifranquista hace su trabajo, se escapan las consignas bajo mano. Nadie sabe qué pasara hoy.

Me quedo en casa, las huelgas se suceden y mama me prohíbe salir al balcón, todo pasa ante mis ojos, las carreras, la policía. Todo parece una película, pero es real.

Papa duerme, camiseta imperio y tatuajes. Procuro no hacer ruido, le tocó turno de noche en el puerto, estibador a horas convenidas, para que yo pueda ir a un colegio del centro de la ciudad. Como no puedo defraudarle, me visto con sigilo. La tía Rosita se levanta a las 5, entra a trabajar a las 6 en la fábrica Simon de Material Eléctrico, por eso se levanta enchufada y siempre me despierta. Yo intento dormir un poco hasta que me toca diana, pero es misión imposible. Desde que la abuela Julia ha venido de Chiprana todo es un caos. Dormir en el pasillo es una prueba de resistencia, compartir 49 metros cuadrados con cinco personas, un periquito que va a su bola y un jilguero que hace años dejó de regalarnos su canto.

Acepto la situación con deportividad a pesar de no tener al Capitán América protegiendo mis sueños desde la pared de mi habitación, realmente pequeña, que ahora ocupa mi abuela. Mi tía Rosita guarda con fervor una imagen de la virgen, que para eso se ha quedado para vestir santos, y de su cantante favorito, Manolo Escobar. Tiene todos sus discos y se pasa el día cantando sus canciones con las vecinas, que dejan las puertas de sus casas abiertas mientras comentan los últimos horrores que nos trae semanalmente ‘El Caso’. Y cantan. Un cantante venerado por sus orígenes, por ser de los nuestros, ese es Manolo.

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  1. MUCHAS PERO MUCHAS VIVENCIAS DESCUBIERTAS POR MI AL LEER UN LIBRO TAN SENCILLO COMO ENTRAÑABLE Y A SU VEZ MÁGICO, FÁCIL DE IDENTIFICARME O NO CON LAS VIVENCIAS DESCRITAS, CONOCER A UN ARTISTA SIN CONOCERLO Y LOS PERSONAJES QUE FORMAN Y FORMARON PARTE DE SU VIDA, Y QUE EXPLICAN MUCHOS PORQUE O NO CADA UNO TENDRÁ SU OPINIÓN. EL CHICO DE LA BOMBA

  2. Mi mas sincero reconocimiento a Manolo Escobar aunque no me guystara su musica,esta claro que fue uno de los mas grandes aqui en España,alegrando con su voz los tiempos dificiles.Otro que entra en el Valhalla de los musicos.
    Me alegra mucho saber que el Loco tenia una buena familia.
    La gente con buena familia suele acabar triunfando y no me refiero a que tuvieran dinero,sino que su familia fuera buena gente,que tenga buenos recuerdos.
    Yo no he tenido la suerte de tener buena gente en mi familia,asi que decidi hace 6 años que no tenia familia y que era el hijo de nadie y de verdad…tengo mis motivos,a mi no me vale eso de «venga hombre que son tus padres» o » es tu hermano» o «es tu familia» «perdonalos»,llega un momento que si solo perdonas la gente acaba haciendo lo que le da la gana,y la mala gente hacer daño.
    No me siento mal porque mi familia me haya fallado,me siento mal por no haber tenido una familia como la del Loco.La familia desgraciadamente es algo que no eliges,los amigos si.
    Debe ser por eso por lo que se me ha caido alguna lagrima al leer el articulo.
    He querido poner esto aqui porque no creo que lo lea nadie de la Comunidad,tampoco quiero comer la olla a la gente con mis fantasmas.

  3. HOMBRE ABRAZO Y NO LE COMES LA OLLA A NADIE Y TUS FANTASMAS PUEDEN SER LOS FANTASMAS DE MUCHOS

  4. Entrañable artículo. Yo, sinceramente, no era muy partidario de su música, sin embargo, reconozco que, humanamente, era un tipo encantador del que nadie hablaba mal, cosa rara en este país nuestro. Cómo tu dices, forma parte de nuestra identidad, nos guste o no, y eso es algo que te impregna y no se puede eludir. Vuelvo a repetirte, que me ha gustado mucho y he disfrutado leyéndolo. Sólo los hombres libres, cómo es tú caso, pueden decir en todo momento lo que piensan sin tener en cuenta si eso es políticamente correcto o no. En estos tiempos de hipocresia y manipulación es reconfortante que sigan existiendo tipos como tú.

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